Sabes cuál es uno de los pasatiempos favoritos de la divinidad? Las
señales.
Hay una red en nuestro alrededor que no podemos percibir con los ojos
físicos y que sin embargo es una red viva activa. Ésa red, compuesta de seres
de luz en servicio de la Divinidad, se encarga de, entre otras cosas, dejar
caer señales a nuestro alrededor para captar nuestra atención y hacernos llegar
mensajes.
Muchas veces son señales tan obvias, qué resulta imposible ignorarlas. A
este tipo de señales generalmente las llamamos "casualidad", y las
guardamos y recordamos como eventos aislados y extraordinarios. Sin embargo
estas señales son las más fáciles de ver, y por ende, las que menos esfuerzo
requieren de nuestra parte, pues se plantan frente a nosotros y no las podemos
ignorar. Qué la agrupemos como casualidades es ya otra cuestión, pero el punto
es que no las podemos ignorar. Hay muchos, muchísimos ejemplos y de seguro te
vienen algunos a la mente, pero hoy me voy a enfocar en el otro tipo de
señales: las más sutiles y elusivas.
Este segundo grupo es mucho más numeroso que el anterior, aunque es más
difícil de captar y leer, dada su naturaleza tan elusiva y personal. Para poder
descifrar sus mensajes es imprescindible irse al interior - al corazón - y
aplicarles ese filtro. La razón de poco nos sirve en estos casos. De hecho, la
razón es el mayor obstáculo que enfrentaremos, pues la mente puede ser muy
analítica y exige pruebas más concretas para aceptar algo como bueno y válido.
Estas señales son más bien susurros, mientras que el primer grupo te llaman a
todo pulmón hasta captar tu atención.
Estas señales sutiles se deslizan suave como el viento y te susurran. Si
no estás atento pasan por tu lado y siguen su camino, así sin más. No te
gritan, ni se paran frente a ti hasta que las veas. Simplemente siguen su
camino hasta que alguien más las capte, o sencillamente deciden transformarse
en otra nueva señal, y el juego comienza de nuevo.
Esta es otra cuestión: hay señales que pueden significar cosas
distintas, según quién las perciba. Sí, hay señales compartidas! La Divinidad
es generosa, pero ante todo, muy eficiente. Si puede matar dos pájaros de un
tiro, eso hará. Pero claro, como dije, los significados de una señal pueden ser
diversos. Cada persona está equipada con un decodificador de señales en su
corazón, el cual deben despertar, mantener y ejercitar cada día. Solo así lo
pueden utilizar como debe ser.
Nada en esta vida es producto de la casualidad. De hecho, esa palabra no
debería utilizarse jamás. Fue inventada por personas cuyo decodificador de
señales en su corazón fue neutralizado. No se permiten usarlo, y han cerrado
sus ojos y dado poder pleno a la mente.
No lo tomes a mal. La mente fue otorgada para ser utilizada, y es una
herramienta maravillosa. Pero si no se le enseña que quien manda es el corazón,
ella intentará tomar el control hasta sofocarlo, pues no le gusta la
competencia. Nuestra mente tiene múltiples funciones, aplicaciones y
beneficios, pero en lo concerniente a las señales, no nos sirve para nada. De
hecho, la mente intentará desacreditar y desvirtuar a las señales, pues ella
solo cree en la razón. Pero recuerda, hay espacio para todo. La mente tiene sus
momentos de utilidad, pero debe estar supeditada al corazón.
Estas señales más sutiles son bien diversas, y a veces pasan por tontas,
indescifrables, sin sentido. Los tontos somos nosotros, que las desvirtuamos y
hasta las ridiculizamos y descartamos.
Si cada experiencia tiene un mensaje, imagina qué mensajes tiene tu
entorno para ti. Cientos de miles. Cada día recibes susurros, destellos,
señales sutiles dejadas ante ti con una intención muy clara: darte un mensaje.
Este mensaje puede ser de aliento. Puede ser una respuesta a una pregunta. Puede
ser la fórmula para la resolución de un problema. Quizás un mensaje de alegría.
Una señal de amor. Complicidad. Apoyo.
Estas señales se esconden en números, canciones, libros, objetos,
animales. Inclusive hay personas que nos dan señales y ni siquiera ellas lo
saben.
Son muy pocas las preguntas que no reciben respuestas. Hay algunas que
son tan elevadas en su vibración, que simplemente no hay señal en la Tierra que
la pueda contener. Sencillamente no estamos capacitados ni preparados para
comprender su respuesta ahora. Estas preguntas se quedan en pausa hasta que
ingresemos a la Eternidad.
Enciende la brújula de tu corazón. Escanea tu entorno y empieza a
encontrar y descifrar las señales que merodean a tu alrededor, dejadas por los
ángeles, tus maestros y tus guías. Ellos te hablan, te animan, te guiñan un
ojo, te dan esperanza, pero sobretodo, anhelan que mires más allá de tu
percepción física. Desean que escales, que subas a una frecuencia superior en
la cual empezarás a descifrar y captar de manera más claro los susurros de la Divinidad.
Ellos desean que te alejes de ti, de tu mente, de tu cotidianidad, y que te
adentres en un mundo más sutil, lleno de respuestas y de Amor que iluminará tu
trayecto en la Tierra; tu trayecto de regreso a tu Yo Soy, y tu trayecto de
regreso hacia el Amor.
Y tú, qué señales estás recibiendo hoy? Enciende el decodificador de tu
corazón, expande tu percepción y permite que la magia penetre en tu vida.
Wave
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