El corazón es el motor que da el impulso y la
ilusión de seguir hacia adelante. La mente es un complemento del corazón, y ha
de seguir sus dictados siempre.
Sin embargo, a una mente rebelde y mal entrenada
siempre le gusta tomar el mando y dirigir el espectáculo. Es muy creativa, ágil
y siempre procurará mantener su poderío ante los dictados del corazón, que
contrario al vocerío y parloteo de la mente, sólo susurra. Es necesario tomar
consciencia de esta gran habilidad y de los juegos que juega la mente, y
aprender a mantenerla enfocada.
¿Cuántas veces no has visto cosas que no estaban
realmente ahí debido a esa vocecita de la mente poniendo ideas en tu cabeza?
¿Cuántas tragedias y escenarios funestos has visualizado en tu mente que nunca
se materializaron como tales? ¿Cuántos conflictos, disgustos y penas te habrías
evitado tan sólo tomando el control de tus pensamientos?
A la mente le encanta jugar; y esa es su función.
Sin embargo, cada persona ha de poner las reglas de juego para que éste juego sea
provechoso para todos.
El corazón marca las pautas, y es la función de la
mente seguir esas reglas y ayudar al corazón a llegar a esa meta que desea
alcanzar.
Resulta vital que la mente y el corazón se alineen
en pos de un resultado común. Cuando cada una anda por su lado desperdigada,
entonces se produce una fuga de energía, y llega un agotamiento total en la
persona. Este es uno de los más grandes problemas del mundo actual. No hay un
centro; no hay una unificación. Falta un balance.
Actualmente hay una sobre-excitación de la mente,
la cual no se detiene y se desperdiga: hacia el celular, la televisión, el
trabajo, la familia, las responsabilidades. ¡No se detiene! Y ahí se queda el
corazón, llamando suavemente a una mente que corre de un lado para otro sin
cesar.
¡Es agotador verles! Corren en círculos, se
ofuscan, empiezan una cosa y luego pasan a otra sin terminar la primera, o
terminarla a prisas.. y luego van hacia a otra… y luego hacia otra más…
¡DETÉNGANSE! Cierren sus ojos y respiren
profundamente. Sientan como retumba el
latido de su corazón en su pecho.
Amados, está bien tener planes, objetivos,
actividades, diversión. Pero, cuándo disfrutan realmente? ¿Cómo pueden
disfrutar de una conversación si su atención es dominada por un celular? ¿Cómo
van a disfrutar del tiempo con su familia si su mente se encuentra pensando en
eso que les espera en su trabajo al otro día? ¿Cómo van a escuchar y conocer a
su corazón si no dedican un momento a estar a solas con ustedes mismos?
Sean productivos, emprendedores… pero no se
obsesionen. Está bien tomarse un respiro; de hecho es necesario hacerlo! Den un
descanso a su agotada mente. ¿Por qué piensan que están tan cansados? ¿Por qué
creen que les cuesta tanto dormir?
Tienen que soltar. Son como esos muñecos a los que
les dan cuerda y corren sin cesar, hasta que la cuerda se termina; sólo que en
caso de ustedes generalmente esta detención llega a raíz de un contratiempo:
enfermedad, accidente, pérdida de empleo, muerte de un ser querido. No pueden
seguir a ese paso tan frenético por siempre.
Denle chance a su corazón de respirar. Permitan que
su mente afloje la intensidad. ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste el
sonido del silencio?
Saca unos minutos al día para pausar. No me digas
que no puedes hacerlo o que no tienes chance, porque eso son sólo excusas. ¿A
qué le temes? ¿Por qué te da tanto miedo encontrarte a solas contigo mismo?
Date la oportunidad de sentarte a solas con tu
corazón, simplemente siendo y estando con él, respirando. Hazlo ahora: pausa y
no hagas nada más que sentarte o recostarte con los ojos cerrados, escuchando
tu respiración. Inhala y exhala profundamente… Calma. Recupera la paz.
Recárgate de Luz. Desecha todo tu estrés. Si un pensamiento llega, déjalo
fluir; no intentes sacarlo a patadas. Simplemente regresa tu enfoque hacia tu
respiración.
Haz esto por unos minutos varias veces al día, y
verás la diferencia. No tienes que alejarte del mundo para encontrar la paz;
más bien trae la paz que yace en tu interior a tu mundo exterior. Si el caos es
lo único que se remueve en tu interior, entonces ese será tu aporte para el
mundo. Toma consciencia de una vez por todas del poder que tienes para impactar
al mundo.
Yo soy Jesús,
y te dejo un abrazo de paz para que arrope y sane tu corazón. Ámate tanto como
te amo yo; cuídate tanto como te cuido yo. Te amo, Ser de Luz Divina, Esencia
de Amor Más Puro. Eres hermoso. Acéptate como Eso que ya Eres, y reconoce Eso
que Eres en los que te rodean.
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