miércoles, 11 de enero de 2017

Mensaje del Maestro Jesús



Luz. Luz que inunda sus espacios físicos y que penetra en sus campos y cuerpos para iluminar, sanar y romper con aquello que les impide elevarse hacia donde deben llegar.

Aquello que ustedes llaman magia colma sus espacios. Permítanse ver más allá de las apariencias para apreciar la grandeza, no sólo de la naturaleza y sus espacios, sino también la de su propio Ser de Luz.

Encuentren la hermosura en sus experiencias y estados, pues cada uno llega para ayudarles a despertar de su letargo. Ustedes son la magia que buscan afuera. Vayan al interior  y conecten con ustedes mismos. Su corazón rebosa de eso que anhelan, y espera con ansias e ilusión que se den cuenta de que ya lo llevan con ustedes. ¡Cómo brillan! Permítanse ver su luz, en lugar de ver aquello que consideran como sus defectos. Es tan fácil para ustedes creer cuando les dicen que son menos de lo que son. ¡Basta ya!

Cada uno de ustedes es único, y aporta algo único a la Fuente Primera. Respeten y honren el proceso y el libre albedrío de quiénes les rodean. Despierten al amor y sean amor; dejen de llevar cuentas de lo que es o deja de ser cada quien; de sus faltas y carencias; de sus errores y aciertos. No podrán entender los motivos y razones que dan esos matices únicos  las vivencias de cada persona. Todos van al mismo destino, y todos van por caminos distintos. Algunos van por un camino más directo con menos distracciones, mientras que otros toman otro camino más largo; algunos inclusive se detienen en el camino. Esto no es bueno ni malo; no hay un camino mejor o peor que otro. Sencillamente SON caminos disponibles para elegir. Y eso es lo que ha hecho cada uno de ustedes. ELEGIR.

SEAN. Sean la grandeza que Yo he creado. No pueden ser menos de lo que son, aunque lo intenten. Dejen de luchar contra el AMOR, y déjenlo salir de su interior, en donde está y ha estado siempre. No se crean que ustedes están desconectados y solos. Legiones y legiones de ángeles, arcángeles, maestros y seres divinos que no pueden ni imaginar les acompañan en su camino. Denles la bienvenida y pidan su ayuda si la necesitan. Oren. Sean la calma en el ojo de la tormenta de la ilusión que viven como seres humanos en la Tierra. No se crean las ilusiones, que son sólo parte de un juego que accedieron a jugar.

Pero es necesario que se empoderen y acepten su grandeza. Cada uno de ustedes importa. Cada uno de ustedes es amado. Es el momento de recuperar el balance que han perdido. El juego, tal y como lo han estado jugando, tiene que cambiar, y ya lo está haciendo. Llegó la hora de jugar de una manera más consciente, responsable y acorde con lo que ustedes son.

Elévense a la altura de las circunstancias, y den un paso hacia adelante. Díganme: “!Sí, acepto!”. Más que su Creador, soy su hermano, y quiero que caminen conmigo. Enseñémosle a lo universos lo que significa ser Hijos del Amor, y de lo que es capaz un ser divino ascendente. Seamos hoy el modelo a seguir. Dictemos las pautas que demuestran que sí se puede, no importa lo difícil que pueda parecer, porque cuando un Hijo de Dios ejerce y vive su fe en su identidad divina, nada ni nadie puede detenerle. Ustedes son la muestra viva de esto.

Ustedes son AMOR. Mi Gran Amor. Mis niños hermosos. Mi Joya Azul. Es tan difícil para Mí decirles con palabras cuánto les amo. Cierren sus ojos y siéntanlo. Háganlo ahora. El Amor no necesita de palabras. Cierren sus ojos y permitan que Mi Amor corra como la sangre por sus venas, y cure sus dolores, y alivie sus penas.

Es la hora de la Sanación con Luz. Imaginen un hermoso arco iris formándose en el horizonte, creando un perfecto arco. Brillante. Claro. Majestuoso. En uno de sus extremos surge una Gran Luz Blanca que deslumbra, y que es la Fuente de Amor que alimenta a ese arco iris. Imagínense a ustedes ahora en el otro extremo de ese gran arco iris. Miren cómo este arco iris entra por su cabeza y arropa a todos su cuerpo. Sienten cómo su cuerpo vibra. Sientan cómo toda esa pesadez se disipa, llenándolos de paz. Ahora, desde su corazón, emana un rayo arco iris que les acompañará y cubrirá sus espacios, conectando a todos los corazones entre sí. Cada persona que encuentren tendrá también esa luz arco iris en su corazón, aunque no lo sepa.

Así es como todos ustedes laten como un solo corazón, potente y vibrante, formando una Gran Red de Amor que envuelve al mundo y se transmite por todos los universos.

Yo soy Jesús. Les amo con todo mi Amor, y les acompaño hoy y siempre. La Gran Fuente de Amor les bendice, y Yo les bendigo. ¡Les amo, les amo, les amo!.


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